Metapán celebró en la oscuridad su tricampeonato

Una final que quedara para la historia y no solo por el hecho que el jaguar es tricampeón del fútbol salvadoreño, sino, porque la premiación fue en penumbras.

Terminado el partido se comenzó con la logística de premiación, montar tarimas, llevar medallas y trofeos entre otras cosas, poco a poco la oscuridad caía sobre el estadio Cuscatlán y las luces no llegaron ni llegarían. Fotógrafos, televisión en vivo, etcétera se vieron afectados por la decisión de EDESSA de no querer activar el alumbrado eléctrico por el hecho que no se le pagarían los dos mil dólares adicionales que pedía. ¿Esto es justo? No lo es. La administración del escenario deportivo se lucra de las aficiones de los equipos finalistas: cobran parqueo, son los dueños de la venta de bebidas (que por cierto son caras), cobran a los vendedores de otros productos, cobran por vallas publicitarias, y cobran por el arrendamiento del terreno de juego, en fin una gallina que pone huevos de oros se convierten las finales disputadas en el Cuscatlán.

Ambos equipos fueron maltratados por dichas circunstancias y ni hablar de los patrocinadores oficiales de la Liga Mayor.

El colmo fue que durante la premiación de la categoría de Reservas no se contaba ni con una batería para el micrófono inalámbrico y se tuvo que desarrollar en un 90 por ciento sin sonido.

Señores de EDESSA arruinaron un momento histórico el pueblo amante al fútbol se los reprocha y reprochara siempre.
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Autor: Administrador

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