El Basilea consiguió la hazaña de puntuar en el mítico estadio de Anfield Road tras empatar 1-1 ante el Liverpool y agenciar la segunda plaza del Grupo B en la Liga de Campeones de Europa.
Los “Reds” equipo que se había ausentado por cuanto temporadas en la Champions League, no consiguieron avanzar a los octavos de final en un grupo en el que en papeles el único rival duro era el Real Madrid, sin embargo apareció el Basilea para decirles “aquí no” y mandarlos a Europa League como consuelo.
El técnico del Liverpool, el norirlandés Brendan Rodgers, sabía de la importancia del partido, y volvió a contar con Steven Gerrard, el capitán, en el once inicial después de haberle dado descanso el pasado fin de semana.
Sin embargo, ni con el “8” sobre el terreno de juego el Liverpool pudo mejorar el pobre juego que viene poniendo en práctica últimamente. Sin fútbol y sin lo más importante, los goles, los de Rodgers buscaban el triunfo que les diera el pase, pues el empate no les servía.
Comenzaron nerviosos los locales, sabedores de que el peso del partido lo debían llevar ellos, mientras que los visitantes se sentían cada vez más cómodos en ese papel y aprovechaban cualquier error de la nerviosa zaga “red”. Y fue en uno de los numerosos fallos de los defensas en la primera mitad cuando llegó el tanto de los suizos, en el minuto 24, tras un error en la marca de Skrtel y Lovren. Frei y Zuffi combinaron al borde del área “red” y el zurdazo imperial del primero se coló por el palo izquierdo de la meta defendida por el criticado Mignolet, que ni se movió.
El tanto dejó noqueado al equipo local, que no encontraba la forma de remontar, y el Basilea estuvo a punto de doblar su ventaja al minuto 30 con una volea desde dentro del área de Streller, pero el remate se marchó desviado. Con el Liverpool y su defensa todavía en estado de “shock” y temblando de miedo, el árbitro anuló un tanto a Gashi por fuera de juego pocos minutos antes del descanso.
Rodgers aprovechó el entretiempo para hacer cambios, y dio entrada al serbio Lazar Markovic y al español Alberto Moreno en lugar de Rickie Lambert y José Enrique, respectivamente. Sin un “9” definido mejoró el equipo local al que, sin embargo, se le complicaron todavía más las cosas al minuto 60, cuando Markovic fue expulsado en una decisión más que controvertida del árbitro Björn Kuipers.
Apenas quince minutos después de su entrada al terreno de juego, Kuipers mostró la tarjeta roja al serbio por un discutido manotazo sobre Safari, una decisión que fue duramente criticada por el público presente en el coliseo “red”.
Cuando todo apuntaba a la derrota local apareció el de siempre, Steven Gerrard, para, con un golazo de falta directa desde la frontal, igualar el partido y hacer soñar a los aficionados “reds”. Con todo Anfield cantando el ya mítico “You will never walk alone” (nunca caminarás solo), el Liverpool se fue a por el partido, y estuvo a punto de lograrlo en unos diez minutos finales en los que el Basilea no salió de su área.
Sin embargo, pese a los acercamientos de Henderson, Sterling y Gerrard, el Liverpool no pudo darle la vuelta al partido y se despidió de la Liga de Campeones cuatro años después de su vuelta a las primeras de cambio.
Seguir a @Aleive7 Seguir a @futdelsalvador
Los “Reds” equipo que se había ausentado por cuanto temporadas en la Champions League, no consiguieron avanzar a los octavos de final en un grupo en el que en papeles el único rival duro era el Real Madrid, sin embargo apareció el Basilea para decirles “aquí no” y mandarlos a Europa League como consuelo.
El técnico del Liverpool, el norirlandés Brendan Rodgers, sabía de la importancia del partido, y volvió a contar con Steven Gerrard, el capitán, en el once inicial después de haberle dado descanso el pasado fin de semana.
Sin embargo, ni con el “8” sobre el terreno de juego el Liverpool pudo mejorar el pobre juego que viene poniendo en práctica últimamente. Sin fútbol y sin lo más importante, los goles, los de Rodgers buscaban el triunfo que les diera el pase, pues el empate no les servía.
Comenzaron nerviosos los locales, sabedores de que el peso del partido lo debían llevar ellos, mientras que los visitantes se sentían cada vez más cómodos en ese papel y aprovechaban cualquier error de la nerviosa zaga “red”. Y fue en uno de los numerosos fallos de los defensas en la primera mitad cuando llegó el tanto de los suizos, en el minuto 24, tras un error en la marca de Skrtel y Lovren. Frei y Zuffi combinaron al borde del área “red” y el zurdazo imperial del primero se coló por el palo izquierdo de la meta defendida por el criticado Mignolet, que ni se movió.
El tanto dejó noqueado al equipo local, que no encontraba la forma de remontar, y el Basilea estuvo a punto de doblar su ventaja al minuto 30 con una volea desde dentro del área de Streller, pero el remate se marchó desviado. Con el Liverpool y su defensa todavía en estado de “shock” y temblando de miedo, el árbitro anuló un tanto a Gashi por fuera de juego pocos minutos antes del descanso.
Rodgers aprovechó el entretiempo para hacer cambios, y dio entrada al serbio Lazar Markovic y al español Alberto Moreno en lugar de Rickie Lambert y José Enrique, respectivamente. Sin un “9” definido mejoró el equipo local al que, sin embargo, se le complicaron todavía más las cosas al minuto 60, cuando Markovic fue expulsado en una decisión más que controvertida del árbitro Björn Kuipers.
Apenas quince minutos después de su entrada al terreno de juego, Kuipers mostró la tarjeta roja al serbio por un discutido manotazo sobre Safari, una decisión que fue duramente criticada por el público presente en el coliseo “red”.
Cuando todo apuntaba a la derrota local apareció el de siempre, Steven Gerrard, para, con un golazo de falta directa desde la frontal, igualar el partido y hacer soñar a los aficionados “reds”. Con todo Anfield cantando el ya mítico “You will never walk alone” (nunca caminarás solo), el Liverpool se fue a por el partido, y estuvo a punto de lograrlo en unos diez minutos finales en los que el Basilea no salió de su área.
Sin embargo, pese a los acercamientos de Henderson, Sterling y Gerrard, el Liverpool no pudo darle la vuelta al partido y se despidió de la Liga de Campeones cuatro años después de su vuelta a las primeras de cambio.
0 comentarios :
Publicar un comentario