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| Foto: Primera División |
Ante más de once mil espectadores se disputo el partido en el estadio Juan Francisco Barraza, el ambiente más que espectacular, el resultado más que deseado para los migueleños que acudieron al llamado de la directiva y jugadores para hacerse presente en el clásico nacional.
Los negro-naranajas volvieron hacer dominadores del partido así como lo hicieron en el Oscar Quiteño, pero antes de tomar el control del juego tuvieron que saberse defender por más de 10 minutos que fueron en los que el equipo santaneco mostraron su mejor versión en este partido. Los visitantes estaban obligados a ganar, ningún otro resultado les era favorables y sin embargo les toco ver como caía su portería en el minuto 16; un cetro producto de un tiro libre termino siendo cabezazo por el defensa Eder Arias dentro del área y por el sector izquierdo ingreso en solitario Umanzor para mandar la número cinco a besar las redes.
El gol fue el punto de inflexión total en el partido, los emplumados comenzaron a volar alto y con la mira bien puesta en la gran final. Con el equipo santaneco presionado por el resultado, se vieron obligado a adelantar filas y hacer mas propositivos en ataque, ahí vino el primer cambio estratégico por el peruano Agustín Castillo, entro Jonathan Águila en sustitución del volante de marca Néstor Renderos.
El final de los primeros 45 minutos llegaría con el equipo emplumado mejor acentado en el terreno de juego y con la desesperación del equipo tigrillo de no encontrar el gol del empate y que le permitiera soñar con la remontada.
Tras el descanso pareció que el equipo que mas urgía del gol eran los locales. En una jugada de contragolpe al minuto 47 Oscar Cerén tuvo un mano a mano con Luis Contreras, el balón termino chocando en el poste y en rebote llego Sean Fraser para remata, el defensa tigrillo Lemus evito la caída del gol y en el nuevo remate Cerén mando la número cinco al fondo de la red, el gol ya no contaba por posesión adelantada.
Aclarando la polémica del fuera de juego de Oscar Cerén.
Se encuentra más cerca de la línea de meta contraria que el balón y el penúltimo adversario. En este caso Cerén solo tenía por delante a un jugador del FAS (Lemus) y de igual manera estaba por delante del balón, importante recordar que los rebote no habilitan.
En el transcurso del segundo tiempo el partido tuvo una dinámica bastante aceptable. FAS buscaba la manera de encontrarse con el gol, pero la zaga defensiva del equipo emplumado lucia muy solida e inspirada; los emplumados manejaban bien los tiempos por medio de Gilberto Baires y Oscar Cerén.
En la recta final del partido estuvo más cerca de aumentar la ventaja el equipo migueleño por medio de Calheira que el equipo blaugrana de igualar las acciones.
Con este resultado y como justo vencedor, el equipo Club Deportivo Águila regresa a una final del fútbol salvadoreño dos años después, su última aparición fue el Clausura 2012 cuando se corono campeón venciendo a Isidro Metapán.
Los tigres del FAS quedan a las puertas de la gran final por segundo torneo consecutivo.
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